Celebrando el día de nuestro Santo Patrono

Divagaciones entre serias y superficiales de un filólogo aficionado* al trasvase de lenguas y culturas

Sonrojado y avergonzado hállome, debo confesarlo, pues, a pesar de mi avanzada edad, hasta hace unos días ignoraba que San Jerónimo fuera mi santo patrono.

Leonardo da Vinci
Para este laico amante del arte de la palabra y del pincel, por oficio y vocación, San Jerónimo de Estridón, nacido en la Galmacia romana, era el eremita, penitente decrépito de la oscura caverna de Leonardo Da Vinci, con el feroz león a sus pies. Muy distinto del "San Jerónimo escribiendo" de Caravaggio o el "San Jerónimo en su estudio de Durero" o el de la “Apoteosis de San Jerónimo” de Zurbarán en el monasterio de Guadalupe...por citar algunas de las históricas manifestaciones artísticas del pincel a nuestro maestro dedicadas.


 


Por supuesto, no ignoraba su labor como traductor del griego y del hebreo al latín de la famosa Vulgata, traducción completa de la Biblia. También sabía que fue obra de 23 años de duro trabajo y que escribía latín como los ángeles. También me era conocida su norma traductológica, expresada en su carta a Pammachius “Non verbum e verbo, set sensum exprimere de sensu”, la traducción expresando el sentido, teoría que completaría Martin Lutero, "palabra por palabra" en su traducción al alemán de la “Biblia para Todos”, auténtica “Vulgata”, puesto que “había que escribir como hablaba la vendedora en el mercado o el trabajador en el taller”.


Al evocar a Lutero traductor, en este 30 de septiembre, no puedo menos de recordar y solicitar el co-patronazgo de otro ilustre traductor, coetáneo (?) de San Jerónimo, Wulfilas o Ulfilas (311-388). El lobito, tal es el significado onomástico, célebre obispo y evangelizador arriano, fue el traductor de la Biblia del griego al gótico. El godo Wulfilas, de ascendencia romana, dominaba el latín, griego y por supuesto el gótico, y fragmentos de su obra se conservan en el Codex Argenteus de Upsala. Además de traductor fue lingüista pionero, ideando el alfabeto gótico a base del griego, el latín y el rúnico.

Sirva esta efemérides de homenaje y agradecimiento a nuestros padres-maestros de la traducción. A cuya nómina habrá que sumar, por su regia labor en el campo de la traducción, el nombre del Rey Sabio Alfonso X, fundador de la Escuela de Traductores de Toledo en el siglo XIII.

Ellos nos acompañan en nuestra diaria lucha callada por dar con la palabra más adecuada y justa, más bella y comunicativa. 



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Manuel José González García - traductor nonagenario y fuente de inspiración para TranslatorsVillage
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Mi batalla en el mundo de la traducción comenzó en la Universidad de la "Salmantica docet", aprendiendo de memoria – qué cosas se aprendían antaño – el “Atta unsar” en gótico, el “Vater unser” de Lutero y por supuesto el “Pater noster” de San Jerónimo. 

Nuestra profesion no tiene fronteras, ni espaciales ni temporales.
¡Y qué siga creciendo y vosotros, traductores, sigáis contribayendo al entendimiento y armonía entre los pueblos!
¡Feliz Día Internacional de la Traducción!